Ayer llegaba a mi consulta María, me comentaba que se sentía presionada…
Marina, Hoy me he despertado con un sentimiento de vacío inmenso, después de tomar mi café con mi tostada de pan integral y tomate, me he sentado en mi despacho y al empezar a contestar los mails y llamadas de clientes, me ha invadido un sentimiento de bloqueo interno de no avanzar, de verme uno y otro día haciendo exactamente lo mismo y sin motivación alguna.
El contacto con los clientes cada vez se ralentiza más y más y siento que esto no me permite crecer, siento como mi vida se estanca y esta sensación me genera un bloqueo interno que siento que no me permite tomar nuevas acciones ni hacer lo que mi corazón siente que tiene que hacer.
Le explico que, en el fondo, este miedo irracional a tomar acción, es un miedo a que nos digan a algo que NO, María se cuenta que la simple petición de tomarse unos días libres y pedírselos a su jefe, es un auténtico dilema y le hace ir posponiendo esa llamada, y se va sintiendo cada vez más incapaz, y todo ello de nuevo es por miedo a que le digan que NO.
Este NO, para María significa que no está haciendo las cosas bien o como se espera de ella, y que lo que quiere, no lo va a conseguir.
Ese miedo al NO, aparece también cada vez que tiene que pedir un aumento por algo que se merece, o cuando tiene que pedirle a su pareja su ayuda con los niños, ya que casi siempre acaba haciéndolo ella todo sola, o cuando tiene que negociar el precio del alquiler para cambiarse a algún sitio mejor, le cuesta también abrirse a un nuevo círculo de amigos con más afinidad, y le cuesta muchísimo pedir ayuda.
Ese miedo al NO, es realmente un Miedo al fracaso
En su mundo interno, se sabotea constantemente pensando que ella jamás va a conseguir alcanzar sus objetivos.
Por un instante, María logra cerrar sus ojos, y de repente escucha un grito de NO de sus padres cuando era una niña pequeña y está empeñada en pintar las paredes de su habitación, dando rienda suelta a su imaginación.
Siente ese NO como un rechazo tan doloroso, que lo vive como un auténtico fracaso hacía ella.
Abre lo ojos, y se ve como la mujer adulta que ahora es, y sabe que sentir ese NO, no significada nada hacía su persona, ni hacia su valor, su talento, su inteligencia o su posible éxito.
Y así empieza lentamente a comprender… Sus sombras, sus emociones reprimidas, sus máscaras y siente que cada NO es un paso inevitable hacia el camino del éxito.
¿Te sientes o te has sentido alguna vez así? Házmelo saber abajo en comentarios. Te leo
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